Los pasos para un plan estratégico sencillo
El plan estratégico de su empresa es una forma de identificar lo que quiere conseguir, cómo va a lograrlo y, a continuación, hacer un seguimiento de los avances en el camino. Tanto para los emprendedores que inician sus nuevos negocios como para los profesionales experimentados que deciden modificar el enfoque de sus empresas, la creación de un plan estratégico puede parecer un proceso difícil y largo.
Aunque la mayoría de los empresarios se cierran ante la idea de crear o revisar un plan estratégico, es una de las herramientas más importantes que puede utilizar para fortalecer su empresa. Siguiendo estos 8 pasos, la creación de un plan estratégico le resultará más sencilla y rápida de lo que nunca pensó.
Idear o renovar el enfoque de su empresa
Para poder identificar cualquiera de sus necesidades y deseos a lo largo del resto del plan, primero debe identificar el objetivo de su empresa. ¿Cuál es su objetivo? ¿A qué se dedica su empresa? Al especificar sólidamente el alcance de las actividades de su empresa, podrá ver lo que tiene que hacer para llegar a donde le gustaría estar, y cómo medir su progreso.
Apuntar primero a las necesidades más importantes
Una vez que haya identificado hacia dónde le gustaría que se dirigiera su empresa en el futuro, es fundamental abordar cualquier obstáculo urgente que se encuentre en su camino. Si hay problemas que le impidan seguir el camino que ha elegido, vea si es posible solucionarlos. Si no es posible arreglar o sortear estos problemas, tendrá que modificar su enfoque en consecuencia.
Crear objetivos a alcanzar a medio plazo
En cuanto tenga claro el camino hacia la nueva dirección de su empresa, es el momento de establecer objetivos realistas. Dado que un plan estratégico tarda en mostrar su éxito, debería apuntar al medio plazo, generalmente entre 2 y 4 años. Si está empezando una nueva empresa, considere la posibilidad de establecer también objetivos a un año vista.
Evaluar las métricas necesarias para identificar su progreso
Tal vez se haya fijado objetivos específicos, como alcanzar una determinada cantidad de ventas o trasladarse a un espacio de oficinas de primera categoría en el centro de la ciudad; ¿cómo va a medir su progreso hacia sus objetivos? Con objetivos fácilmente cuantificables, como las ventas o los beneficios, la medición es relativamente sencilla. Cuando se trata de ideas más abstractas, hay que encontrar la manera de poner los objetivos en números que permitan su seguimiento (como el volumen de ventas mensual que necesitarías para poder permitirte la oficina de tus sueños).
Decida qué proyectos permitirán a su empresa cumplir sus objetivos
Ahora que sabe exactamente a dónde quiere ir, tiene que decidir cómo puede llegar hasta allí. ¿Qué proyectos u oportunidades de negocio puede aprovechar su empresa para poder cumplir los objetivos que se ha marcado? Si identifica exactamente cómo llegar a sus objetivos, podrá hacer un seguimiento más eficaz de su progreso.
Asegúrese de que toda la empresa conoce el plan
Llegados a este punto, ya tienes un plan sólido para tu empresa. La siguiente tarea importante es ponerlo en práctica dentro de su empresa. Esto es sencillo para las empresas pequeñas y nuevas, pero si dirige una empresa grande y veterana, la difusión de su plan puede ser un proceso largo. Asegúrese de que todos los empleados entienden la dirección que tomará la empresa y lo que tienen que hacer específicamente para ayudar a la empresa a alcanzar los objetivos.
Revisión para garantizar que la empresa cumple sus objetivos
Una vez que haya implantado su plan en su organización, es fundamental que supervise periódicamente los avances. Es fácil que los planes se desvíen debido a que la dirección no garantiza adecuadamente sus hitos. En lugar de establecer plazos (como seis meses) para comprobar el progreso, conviértalo en un proyecto continuo.
Reajuste de la dirección de su empresa en función de la revisión
Si durante la revisión descubre que su empresa está perdiendo de vista los objetivos, debe reorientarlos. Es fácil que un equipo se desvíe del camino, y como líder, es su trabajo guiarlos de vuelta al camino correcto. Al involucrar activamente a los empleados y hacer que se atengan a los objetivos, podrá detectar los problemas antes de que crezcan, y no meses después.
Siguiendo estos sencillos pasos, le resultará mucho más fácil de lo que nunca pensó desarrollar un plan estratégico nuevo o modificado para su empresa. Mientras otras empresas tienen problemas para despegar gracias a un enfoque y unos objetivos indefinidos, su empresa crecerá y ganará terreno a sus competidores de forma constante.