Cómo combatir el síndrome del reloj de arena en la oficina doméstica
Para ser productivo en casa, las cosas tienen que ir bien. Tu tiempo es muy valioso y necesitas ponerte manos a la obra para hacer tu trabajo. Hay cosas que se interponen en el camino: los clientes te ponen en espera, o hay distracciones en casa. Pero quizá la más frustrante sea la debida a algo que debería funcionar bien, pero que nunca parece hacerlo: el ordenador.
El síndrome del reloj de arena es un serio culpable. Bautizado durante una campaña de Intel, se trata de la frustración y el estrés derivados del tiempo que se pasa esperando a que se cargue un programa (normalmente con un reloj de arena que te sonríe para mostrar que se está perdiendo el tiempo). La gente trabaja más rápido de lo que pueden hacerlo algunos ordenadores, y este retraso les cuesta a los trabajadores su productividad. Una cantidad asombrosa de productividad, en realidad: se calcula que los trabajadores pierden 3 días cada año por esperar a que los ordenadores se pongan al día.
Es fácil estresarse e incluso enfadarse cuando se sabe que se está perdiendo el tiempo y que no se puede hacer nada al respecto. En casos extremos, algunas personas se vuelven violentas debido al síndrome del reloj de arena, como por ejemplo descargando su agresividad en el ordenador.
No dejes que tu tiempo se pierda y no cometas costosos errores hacia la tecnología al no dejar que el síndrome del reloj de arena se apodere de ti. El tiempo de espera no tiene por qué ser un tiempo improductivo. Mientras descargas algo o esperas a que se cargue un programa, hay un montón de tareas rápidas pero esenciales que puedes empezar o incluso completar mientras tu ordenador tarda una eternidad en hacer lo que sea que quieras que haga.
Tómate el tiempo necesario para organizarte. Hazte notas recordatorias de las tareas que tienes que realizar en un futuro próximo. Organiza tu día anotando una lista de tareas. Haz de la oficina en casa un lugar mejor para trabajar limpiando, archivando y organizando. Si has estado sedentario durante un tiempo, levántate y estírate. Haz algunas flexiones, abdominales o saltos para que la sangre fluya y te ayude a cuidar tu cuerpo.
El tiempo de retraso no tiene por qué ser un tiempo perdido. Al igual que el tiempo de retraso de la tecnología se acumula, también lo harán las tareas rápidas que puedas hacer durante ese tiempo. Te ayudará a ahorrar tiempo más tarde, te mantendrá más productivo y, con suerte, evitará que destruyas tu ordenador por la rabia inducida por el síndrome del reloj de arena.