Factores que te ayudarán a vencer tus miedos fiscales en tu startup
Cuando conduces un coche, los espejos retrovisores y laterales son activos indispensables. ¿Por qué? Porque un conductor debe centrarse en la carretera que tiene delante, no mover el cuello en todas direcciones para comprobar un punto ciego.
Los fundadores de startups están equipados y son capaces de hacer cosas increíbles cuando se les llama a la acción. Pero no pueden estar en todas partes y, como los conductores, tienen agujeros en su visión. Para algunos de ellos, los impuestos son un problema.
Además de ser una debilidad para algunos, los impuestos -específicamente el IRS- son particularmente aterradores. He escuchado innumerables historias de terror sobre simples errores fiscales que se convierten en enormes y costosos dolores de cabeza para los fundadores de startups.
Cuando hay un millón de cosas que hacer, asumir la tarea más confusa y aterradora de la lista de tareas pendientes no parece viable. Sin embargo, el «hombre de los impuestos» es una presencia anual para la que los fundadores de startups aprensivos deberían prepararse con antelación.
Ponga a la persona adecuada al volante
Moverse entre el tráfico es aún más desalentador cuando el conductor es tímido y carece de sentido de la orientación.
En materia fiscal, la contratación de un contable competente agilizará sin duda el proceso. Mientras que permanecer en la empresa reduce los costes y mantiene el presupuesto, la subcontratación permite al fundador centrar su atención en otra cosa.
A la hora de elegir un contable, seleccione una persona o entidad especializada en servicios para startups. Por ejemplo, es probable que tu «amigo contable» no tenga los conocimientos suficientes para organizar las finanzas de tu empresa en su fase inicial.
Por otro lado, un profesional experimentado puede hacer maravillas en la preparación de los impuestos de su organización. Si a esto le añadimos el hecho de que la contratación puede canalizar instantáneamente los contactos y la experiencia que normalmente tardan años en acumularse, es fácil ver el valor de la contabilidad externalizada.
Prevea estos posibles desvíos
Puede presentar los impuestos en abril, pero es mejor pensar en ello como una excursión de 12 meses. Encontrar a alguien que haga los números es la mitad de la batalla. Hay muchas bases impositivas que su empresa debe cubrir, así que asegúrese de que la persona contratada tenga en cuenta todas estas variables:
1. No dude en incorporar
¿Comenzará su negocio como una LLC o alguna otra opción? Las empresas más pequeñas pueden evitar la constitución de una sociedad, pero si alguna vez quiere recaudar dinero, es obligatorio registrarse como sociedad anónima.
Investigue y elija la designación que tenga más sentido para su empresa y sus empleados. Las decisiones informadas sobre la constitución de una empresa pueden ahorrarle miles de dólares en impuestos y tasas.
2. Factor de los impuestos sobre las ventas y las nóminas
Los fundadores de startups pueden llegar a enamorarse de los ingresos y los gastos. El trabajo de un contable es poner en contexto todo ese material imponible.
Si vende un producto o tiene empleados, tenga en cuenta los impuestos sobre las ventas y las nóminas. La legislación fiscal varía de un estado a otro, por lo que hay que tener en cuenta esas normativas en caso de que su negocio atraviese las fronteras.
3. Prestar atención a las carteras personales
Las empresas de nueva creación invierten capital y confían en que una determinada contratación ayudará a la transición de la empresa a pastos más verdes. Pero los empleados también invierten en una empresa y esperan que su salud les ayude a engordar sus carteras en algún momento.
Las opciones de compra de acciones para empresas emergentes representan un flujo compensatorio adicional para los empleados. La Agencia Tributaria tiene varias directrices relativas a este beneficio potencial, y los fundadores deben entenderlas desde el principio.
4. Poner a todo el mundo en marcha
No se vea atrapado en una batalla confusa con los cofundadores o los empleados. Sé muy claro con todos los fundadores sobre cómo funcionan los impuestos y dónde está la responsabilidad y la equidad.
Lo mismo ocurre con los empleados. No hay nada peor que clasificar mal a un empleado y enfrentarse a multas de Hacienda.
Todas estas decisiones pueden y deben tomarse después de contratar a un profesional. Los impuestos son complejos, especialmente para las empresas de nueva creación.
Anule cualquier temor comprometiéndose activamente y planificando los escenarios relacionados con los impuestos durante todo el año. Hazlo y no entrarás en otro carril sin ver lo que se avecina.